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En Memoria de Alfredo Corvalán (10 Ago 1935 – 24 Jul 2023)

Mensaje sobre religión, Argentina, Uruguay y el Papa Francisco

Posted on Feb 7, 2016

Éstas son las reflexiones del sabio maestro masón Hermano Jorge Milans, como respuesta al pedido del hermano Alfredo Corvalán, sobre su trazado referido al Papa Francisco, que también publicamos este mes en GADU.org.

«No debe haber en el mundo dos comunidades tan identificadas como hermanas como la argentina y la uruguaya.»

 

Querido Alfredo:

          Como siempre, me obligas a la reflexión. Bien sabes de mi distancia respecto a la iglesia y mi posición respecto a la religión. Una de las primeras cosas que vienen entonces a mí, al leer tu trazado, es pensar, tratar de entender esta estructura gigante y añosa, cuyo fin me es cada vez más difícil de interpretar. Mucho más en este siglo XXI.

         Claro que nos alegramos de que sea Francisco y no otro el Papa.  No sólo porque es argentino, vecino, amigo, uno del barrio; sino porque, particularmente, es uno de nosotros. Para los habitantes de este lado del río, visceralmente republicanos y yo diría casi biológicamente laicos: la nobleza, la realeza no sólo no nos es entendible, sino además rechazable. Herederos de la austeridad, vemos en Francisco un príncipe cuya mayor virtud es ser gente de pueblo. Del llano, de a pie. Del tuteo y el trato directo. Del afecto sin vueltas y el mate compartido.

         Es cierto también que no debe haber en el mundo dos comunidades tan identificadas como hermanas como la argentina y la uruguaya. Mismo tronco pero distinto fruto. ¿Qué árbol más extraño? ¿Y dónde radica básicamente esa diferencia? A mi modesto  entender, en la concepción de la vida (no sólo biológica, sino también ciudadana), respecto a un sentido trascendente que no necesariamente pasa por el peaje de la religión. Pues ésta última, del otro lado del charco ha llevado histórica y sistemáticamente a la búsqueda no de políticos con solución, con capacidad de gestión y gobierno; sino de mesías con intención política. Mientras que de este lado, estado e iglesia están bien diferenciados, cada cual a lo suyo y en total libertad de acción. Nuestra clase política dista mucho de la idolatría. Es más, esto no es bien visto y es incluso peor recibido.

        Los uruguayos reconocen y aceptan orientación, pero no dejan para otros la tarea de decidir, por sí y por todos. Los argentinos, con esta seria intromisión religiosa en el ámbito político, suponen que existen salvadores todopoderosos cuyas opiniones son absolutas e incuestionables. Así se produce una marcada tendencia al autoritarismo, del cual la historia lamentablemente guarda interminables recuerdos. En la mayoría de los casos, estos tiranos han actuado, incluso convencidos, al servicio de un bien superior, de una visión salvadora de la patria ante el siempre presente mal, con mayúsculas. Ante los enemigos de la patria, del pueblo y de dios. Y por supuesto de la iglesia. Curiosamente, de esta iglesia sale este hombre.

        Francisco, para mí, es básicamente un hombre bueno. Y esto no es poca cosa; esto es mucho, mucho más de lo que podría decir sobre cualquiera. Pero es además un hombre informado, culto, intelectualmente formado y socialmente activo.

       Acción y palabra se han conjuntado en la praxis de su sacerdocio, dándole particular cohesión a su vida. Esto en cualquier orden o disciplina de cualquier persona ya es una diferencia sensible. Es por tanto un hombre de su tiempo, producto de su sociedad, pero particularmente producto de su formación. Es padre de la iglesia y jesuita. Esto no lo condiciona, esto lo define para cumplir con la función que ahora se le ha encomendado, ser el primer evangelizador de su iglesia; pero además su administrador. Ahora es el jefe, y no solo espiritual.

        ¿Es entonces un líder? Sí, quizás pueda serlo y deba serlo. No porque ordene, por exigir un cumplimiento disciplinario, sino porque induce a través de su ejemplo; con lo cual rompe el gueto de sus mandatados u obedientes y lo amplía a todos los hombres de buena voluntad, sin exclusión. Rescata un sentido ético de la vida, supra religioso y supra ideológico. Y así parece haber encaminado sus primeros pasos, lo cual es una señal fantástica para todos, católicos y no católicos. Estén de este lado del Ecuador o del otro, sean de la raza que sean y pertenezcan al género que pertenezcan. Francisco ha dado pasos rápidos y renovadores.  Felicitaciones y bienvenidos.

         Pero, ¿necesariamente la concepción de una vida espiritual pasa por la práctica de una religión? ¿Es la fe prenda única de estas creencias (religiones) particularmente blindadas? ¿Son las estructuras de las religiones, es decir sus iglesias,  organizaciones al servicio de sus feligreses o son también un factor de poder que interactúa en la sociedad? Y ya que estamos en esto, ¿no son válidas también estas preguntas para nuestra Orden? Claro que son válidas y deben responderse. Pero ésa es otra historia y seguramente algún día nos extenderemos en ella.

        En todo caso, eres un buen ejemplo: con un pie en cada orilla del río; no sólo físico, sino también intelectual y espiritual.

 

        Abrazos,

       Jorge

3 Comments

  1. A L G D G A D U. Libertad Igualdad Fraternidad.
    Veo Alfredo y Oscar que califican a mi dilecto Amigo y Hermano Marxista con fe Jorge Milans como sabio. Y quiero concordar. Pero también es el Pequeño albañil asi como yo soy eterno aprendiz.

    S F y U

    George

  2. Magnifica plancha deja bien claro que si bien hermanos, fuimos separados al nacer por diferentes enfoques filosóficos y religiosos que se han ido profundizando con el transcurso del tiempo…

    • La Libertad Fraternal los convirtió en Desiguales, que interesante!

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