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México celebra la recaptura de «El Chapo» Guzmán tras seis meses

Posted on Ene 9, 2016

La Nación – Publicado 09/01/2016

Considerado uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, fue detenido en un hotel de Los Mochis, luego de una persecución en la que murieron cinco de sus hombres; EE.UU., que colaboró con el arresto, podría pedir su extradición

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CIUDAD DE MÉXICO.- Esta vez Joaquín «el Chapo» Guzmán, uno de los criminales más buscados del mundo, no pudo burlar a las fuerzas de seguridad y fue recapturado ayer en México, en un operativo militar que dejó cinco muertos y volvió a poner tras las rejas al famoso líder del cartel de Sinaloa, dos veces fugado de cárceles de máxima seguridad. Perdió, así, su aura de invulnerabilidad.

«Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido», lanzó el presidente Enrique Peña Nieto en su cuenta de Twitter, al anunciar la captura que tuvo lugar durante la madrugada en la ciudad de Los Mochis, en el estado de Sinaloa, bastión de «el Chapo».

«Su recaptura es un logro del Estado de Derecho. Hoy nuestras instituciones demuestran una vez más que podemos confiar en ellas», dijo el mandatario en su presentación ante la prensa, acompañado por el gabinete de seguridad. El gobierno recibió elogios de la dirigencia política mexicana y Estados Unidos por la detención.

Atrás quedaba un tiroteo entre lugartenientes de Guzmán y agentes de la marina mexicana, que los cercaron en la casa en la que estaba luego de recibir indicios del escondite. Habituado a los escapes, y en medio de la confusión, el capo logró escabullirse por las cloacas, salió por una alcantarilla, consiguió un auto y recaló en un hotel. Allí fue localizado nuevamente y atrapado.

El tiroteo dejó cinco muertos entre los hombres de Guzmán y un oficial herido de la marina, que quedó fuera de peligro. En la casa se confiscaron cuatro vehículos, dos de ellos blindados, además de un arsenal de armas cortas, fusiles y hasta un lanzacohetes de dos cargas.

Se trata de la tercera vez que el gobierno mexicano detiene a Guzmán, que acumula tres capturas y dos escapes. Ante su probada capacidad de fuga de las cárceles locales, señal de que mantiene su poder intacto incluso en confinamiento, ayer se especulaba con una extradición a Estados Unidos, cuyas autoridades intentan juzgarlo desde hace años. Hasta le pusieron precio. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ofrecía cinco millones de dólares por información que condujera a la captura de Guzmán, además de la estrecha colaboración en trabajos de inteligencia en la caza del hombre. Se sabe que participó en la detención anterior y también colaboró en el operativo en Los Mochis.

Al frente del cartel de Sinaloa, «el Chapo» se convirtió en uno de los mayores traficantes de cocaína a Estados Unidos, para extender sus operaciones a otros continentes. En Estados Unidos tiene varias cuentas pendientes en tribunales federales de Arizona, Texas, California, Illinois, Florida y Nueva York. Su imperio consta de una red de casi 300 empresas asociadas en el negocio del narcotráfico, muchas destinadas al lavado de dinero.

El presidente Barack Obama hizo un primer pedido de extradición a Estados Unidos en febrero de 2014, luego de una de las detenciones de Guzmán. Era un breve paréntesis en el rico historial de escapes del líder narco, a quien en México se considera, además de criminal, un artista de la evasión.

Guzmán dio el primer golpe al sistema penal mexicano a mediados de 2001, cuando se escabulló de la prisión de alta seguridad de Puente Grande, en Jalisco, escondido en un carro de lavandería. En febrero de 2014 volvió a quedar detenido, una novedad que el gobierno de Peña Nieto anunció con bombos y platillos y que generó el pedido de extradición. Pero en julio pasado estaba otra vez en libertad, cuando emergió de un túnel de 1,5 kilómetros de otro penal de máxima seguridad. En la última imagen que registraron las cámaras de seguridad se dirigía a la ducha.

Una vez más, en octubre hubo otro operativo en la sierra de Durango y Sinaloa para capturar a Guzmán, que logró escapar, pero quedó malherido en una pierna y en la cara. Con el paso de los años, «el Chapo» quedó elevado a una especie de leyenda popular.

«Gracias a Dios que ya salí de este encierro, qué poco les duró el gusto, ya les pelé de nuevo, imagínense la cara que pusieron», dice una canción dedicada a la última fuga. Es uno de los tantos «corridos» que los músicos del norte del país escribieron en su nombre, como suele suceder con los narcos de jerarquía.

«El Chapo» se convirtió ayer en la prueba viviente de que la realidad supera a la ficción, al menos en velocidad. La detención se dio una semana antes de que se estrene, en más de 100 cines de México, un thriller sobre el escape del túnel. Se rodó en seis meses y se anunció a toda orquesta. Pero «el Chapo» no asistirá al estreno.

 

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