Recreación sobre laicidad
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Libertad Igualdad Fraternidad
Recreación sobre laicidad
Alfredo Corvalán
La laicidad es el principio de separación de la sociedad civil de la sociedad religiosa. Deriva de laico. En ese orden de ideas, entendemos por laico al Estado o persona que no pertenece a ninguna organización religiosa.
Se trata de un tema donde con frecuencia se extrapolan conceptos que pertenecen al campo teológico y al campo iniciático, con la intención de dotarlos de un significado determinado por una doctrina. Extrapolación que algunas veces es producto de la ignorancia y otras de la mala fe.
La Fe Iniciática y la Fe Confesional son compatibles como herramientas para la búsqueda de la verdad, a condición de que no se pretenda imponerla como una verdad revelada ni de ninguna otra manera a los que no piensan como nosotros. Esto es el pecado original de los Estados Confesionales, como lo es el Vaticano.
La Fe Confesional pertenece al campo teológico y busca la llamada “salvación eterna” del hombre. La Fe iniciática pertenece al campo iniciático y busca perfeccionar al hombre para la construcción del Templo de la Fraternidad Masónica Universal; que albergue a todos los hombres del mundo de buena voluntad, sin distinción de sexo, raza, religión ni credo político. Por las razones antes expuestas, es más que obvio que la Orden Masónica pregona a los cuatros vientos la necesidad de garantizar la vigencia plena de un Estado aconfesional por medio de la laicidad como principio en la enseñanza primaria, secundaria y universitaria.
En síntesis, la laicidad es la arquitectura de la República, y ésta a su vez del Gran Templo de la Fraternidad Masónica Universal.