La esperanza del futuro en la relación entre la Masonería y la Iglesia Católica
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La esperanza del futuro en la relación entre la Masonería y la Iglesia Católica
Alfredo Corvalán
Benedicto XVI, de nombre secular Joseph Alisios Ratzinger, fue elegido como Sumo Pontífice el 19 de abril de 2005, tras el fallecimiento de Juan Pablo II.
Sin embargo, todavía es importante recordar que cuando era el Cardenal Ratzinger, y avalado por el Papa, convirtió en ley canónica un documento del ex Santo Oficio, por el cual los católicos que dieran su nombre a la Masonería estarían en pecado grave y no podrían acercarse a la eucaristía.
El 28 de febrero de 2013 Benedicto XVI se retiró y asumió el título de Papa Emérito, con la intención de dedicarse a la oración y el retiro espiritual. Su renuncia fue anunciada por él días antes, el 11 de febrero, y es una decisión excepcional en la historia del papado, ya que, si bien el sumo pontífice dimisionario más próximo fue Gregorio XII (1415), el precedente de Celestino V (1294) es el único del que puede asegurarse que fue de forma libre y voluntaria.
Casi dos semanas después de retirarse de la Ciudad del Vaticano, 115 cardenales eligieron en el cónclave de 2013 al argentino Jorge Mario Bergoglio, quien asumió el cargo con el nombre de Francisco.
Por mi conocimiento personal del Papa Francisco, que es un Santo en Vida y un auténtico Pastor de Almas, tengo fundadas esperanzas de que la Masonería y la Iglesia Católica encontrarán la fórmula para un trabajo conjunto en bien de toda la humanidad.
Página muy orientadora para el conocimiento interamericano del accionar masónico conjunto.