Cerca de 365.000 personas cruzaron el Mediterráneo a partir de enero y más de 2.700 murieron en el intento
Desde el pico de crudeza de la guerra en Siria y con la abrupta irrupción del denominado Estado Islámico, cerca de 365.000 personas cruzaron el Mediterráneo a partir de enero y más de 2.700 murieron en el intento, según datos de la Organización Internacional de Migraciones (OIM). Otra de las principales vías de quienes huyen de la guerra, las persecuciones o la miseria hacia Europa pasa por los países balcánicos.
Sin embargo, estas cifras que se vienen publicando en diversos medios del mundo no habían generado hasta ahora el shock que sí produjo la fotografía del pequeño Aylan Kurdi, cuyo pequeño cuerpo, muerto y mojado provocó cumbres diplomáticas en países que habían dado la espalda a la grave problemática humanitaria.
Alemania anunció el lunes que iba a destinar 6.000 millones de euros para hacer frente al masivo flujo de migrantes y Francia se comprometió a acoger a 24.000 refugiados, en una Europa que se esfuerza en resolver su peor crisis migratoria en décadas. La Comisión Europea propondrá el miércoles ante el parlamento «distribuir 120.000 refugiados» en los dos próximos años. Esta propuesta se añade a la reinstalación de otros 40.000 migrantes anunciada en mayo, y que solo afectaba a los que se hallaban en Italia y Grecia.
Incluso el propio Papa Francisco exhortó a toda la Iglesia Católica a abrir sus parroquias para albergar a las familias de refugiados. Aseguró además que pondrá a disposición dos parroquias del Vaticano.
Este domingo, Diario PERFIL publicó un Suplemento Especial el cual se puede leer y/o descargar más abajo en esta nota. Destacados columnistas intelectuales como Bernard-Henri Lévy, Giorgio Agamben, Rodolfo Terragno y Gianfranco Pasquino analizaron el drama de los refugiados.
La mitad de ellos proviene desde Siria, país devastado por una guerra que dura desde hace más de cuatro años, según la ONU. El conflicto empezó con una sangrienta represión de manifestaciones pacíficas contra el presidente sirio Bashar al Assad en 2011 pero ahora, opone a cuatro actores (régimen, rebeldes, yihadistas y kurdos).
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