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En Memoria de Alfredo Corvalán (10 Ago 1935 – 24 Jul 2023)

Editorial de noviembre

Posted on Nov 6, 2015

logo chico 1Queridos hermanos lectores:

 

Quienes nos leen atentamente quizás han notado cómo el tema de cada uno de los últimos meses viene a continuarse o extenderse en los contenidos del próximo. Por ejemplo: en septiembre el tema fue “Las Tres Grandes Luces de la Masonería”, en  octubre “La logia” y ahora en noviembre  “Las Joyas de las Luces del Templo”.  No hay azar, sino criterio y constancia en la relación que hemos tratado de encontrar y darle a los contenidos.  

Las Joyas de las Luces del Templo no vienen a cumplir con la recurrente vanidad de engalanar como atributos de la ostentación,  sino a dignificar y continuar aportando significados simbólicos y funciones para el acervo y la envestidura de esas Luces dignatarias del Templo, que nos aportan una noción orientada de orden, espacio y función.

Como se explica en Las Luces en la Masonería, “el Venerable Maestro, Primer Vigilante y Segundo Vigilante  ocupan respectivamente Oriente, Occidente y Mediodía. Donde se manifiestan las tres cualidades de los trabajos en logia: Sabiduría, Fuerza y Belleza; que simbolizan la Omnisciencia, Omnipotencia, Omnipresencia del G.·.A.·.D.·.U.·.”. Además, “la Sabiduría es la presencia de Dios en la Tierra. La inteligencia creadora que manifiesta el Plan del Gran Arquitecto. La fuerza representa la mente consciente y la facultad de realizar lo que la inteligencia concibe. La belleza es la expresión exterior de la armonía y el orden interior de la obra realizada con la Sabiduría y la Fuerza. La sabiduría, la fuerza y la belleza representan los tres pilares misteriosos que sostienen el templo masónico”.

Pero es más plena y precisa la Sabiduría, más contundente y eficaz la Fortaleza  y más dignificante y útil la Belleza si encuentran entre las más antiguas y leales herramientas del Hombre algunas que lo han ayudado a construirse y construir la humanidad personal y colectiva de su destino. Estas herramientas y joyas masónicas, para las tres Pequeñas Luces del taller, son: la Escuadra como joya para el Venerable Maestro, el Nivel Masónico para el Primer Vigilante y el Perpendículo o Plomada para el Segundo Vigilante.

Estas herramientas o instrumentos, como se explica en Las Joyas de las tres Luces del Taller, “proceden de nuestro pasado más remoto y ancestral, rebasaron su modesto contenido de simples útiles de trabajo y sugirieron a los artífices que construyeron nuestras más hermosas catedrales, toda una serie de correlaciones simbólicas que iluminaron su existencia y contestaron a sus más profundos interrogantes respecto a la naturaleza humana, el universo y la divinidad”.

Mucho se analiza sobre estas herramientas en varios contenidos del mes. Pero, en el espacio limitado de este editorial, apenas preferimos decir que, en el plano moral, aquel donde tan frecuentemente permanecen los masones actuales, el nivel es tomado en su acepción ético-social como el referente de la igualdad, la vida en común y la ausencia de autoritarismo; en otras palabras, como el instrumento paradigmático del segundo término de la trilogía ideológica de la masonería: “igualdad”. Se trata de una igualdad en la dignidad como ser humano, que en nada es incompatible con el sistema jerarquizado que preside la organización interna de las logias.

Por eso en La razón de ser de nuestra existencia enfatizamos que el principal objetivo a alcanzar por nuestra Web Site está explicitado en nuestro lema emblemático: “Docencia para la Libertad”. Siendo condición esencial para lograrlo que las Grandes Logias no sólo prediquen a nivel declarativo la libre expresión del pensamiento, sino que sea una realidad de su diario proceder. Únicamente así se logrará un real aporte a la Obra Mayor de la Masonería, que no es otra que la construcción del Templo de La Fraternidad Masónica Universal, para que albergue a todos los hombres –no sólo a los masones– de buena voluntad;  sin discriminación alguna por razones de raza, nacionalidad, políticas o religiosas. Y en este esfuerzo, es fundamental no practicar el secretísimo que distorsiona la razón de ser del secreto, que es válido en los regímenes tiránicos pero no en los democráticos.

Queridos Hermanos, hay más contenidos sobre este tema y otros masónicos que durante el mes fuimos subiendo a nuestras diferentes secciones. El tema de diciembre será “Lo Iniciático en la Masonería”.

Y, a propósito con las circunstancias de diciembre,  será otro gran honor y otro gran placer cerrar y abrir otro año con ustedes leyendo y aportando contenidos para www.gadu.org.

 

     Un triple abrazo fraterno:

Alfredo Corvalán

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